Suspendo mi voluntad,
me ancló de un ángel
reconozco toda la divinidad
encarnada en la caída
desliz del tiempo
apostando espacios destramados
inherentes las partículas del sol
residen en un ser
inherentes las moléculas de un ser
componen las del sol
El silencio comenzó a desplegar
la verdad de mi paz
y el ruido se aquieto
una vez más y nació mundo.
Canalizo la luz del cielo, la bajo,
la materializo en tu cuerpo
impávida agradezco despertar
tener tu sangre en mi voz
divisaste mi éter temblando,
divinice el estigma de la carne gritando
Lo claro es el camino, dividido,
paralelo a-moral.
Sin cruces
ni implosiones
ni cataclismo de planetas
destino de acompañar
seduciendo la luz
despegar del diablo,
desdibujar las entrañas.
Sin sentido,
aquella realidad de algún juez primitivo
sin sentido,
aquella realidad de dos almas encendidas
divididas,
la energía adicionada al movimiento
a la caducidad del instinto,
suavidad de un átomo trascendido.
Adhesión, cohesión y atracción
así te define aquello más allá de lo físico,
amor.
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