10.31.2011

El dice “ya no es asunto tuyo” para que escuche su asunto.
Me lo imagino dando vueltas,

mareándose en cada remolino que ya dejé para caer.


Miro mis pies,

el sol quizás hoy este y el B612 también,

pero no puedo ver.
Tampoco escuchar.


Huyo de todo motivo metafísico,

huyo de la idiosincrasia de causa y su efecto.
En la asfixia de los minutos

atropellando motivos “sensatos”

pregunto de nuevo al alma suicida

dónde está el amor que todo trasciende.


Hay una forma de amar que nace del dolor
En este berrinche de extrañar y patalear,
El cansancio llega,
El llanto mudo,
El llanto sin razón,

sin planteo,

sin…

...piedad.
Quizás me duermo, pucha, también me despierto,
Yendo de un plano al otro te encuentro y te pierdo de nuevo,
Como para ser experta en esto de perder, de llegar tarde.


De nuevo rezo y pataleo perdiendo toda ecuanimidad,
No hay dignidad en la intimidad de mi sufrimiento.
Soy un primate preguntando por qué,

avergonzándome de mi misma.


Viéndome disminuida,
Buceando la profundidad de la nada,
Esto es eso, una profundidad de nada.


La nada de haber perdido lo que nunca tuviste,
La nada de haber mirado el paradigma de lo que soñaste,
De lo que esperaste para empezar a vivir y ser feliz.
La nada de descubrir que lo tuviste y aún faltaban cosas para ser.


La nada de no gritar que te quiero conmigo,
La nada del grito ahogado que te duerme,
La nada de la esperanza golpeando

un amanecer sin que hayas vuelto.


Y lloro de nuevo.


El pasado golpeando la puerta,
ya no quiero nada de todo aquello,
De todo lo que deje con la convicción de que existías.
Ese viaje que no voy a hacer,

la distancia no embellece,
La distancia convence a mis piernas de caminar.


Y camine.

Seguí el rumbo de lo que sentí,

de lo que siento,

de lo que es eterno.


“Yo te aseguro que ya nada sé”-

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